miércoles, 7 de mayo de 2008

Tierna, desprotegida... hermosa.

Detallo la transparencia que caracteriza la parsimonia de tus proezas, mientras me envuelves con el candor de tu sonrisa, en el hálito vociferante dictado por tu ausencia, ¿dónde estás? Te observo; no, en realidad sólo te pienso. Taciturnas elocuencias son escuchadas al unísono de estertores que, en cada paso, extinguen las gotas de tu presencia. Mis líneas parecen exangües al ser dedicadas entre los cimientos muertos de tus vehementes secretos, ¡cuán impetuosos! ¡Cuán vertigínio de fuerza!

Como si cometiese alguna perfidia, con la pasión de mis latidos, entera te estremezco; tu piel busca mis roces, mientras tu boca consigue aquel sorbo blasfemante de la mía. Nuestras lenguas se entrecruzan. Nuestras manos se adhieren al rito urgente que hace estallar la faz endeble que acalla el sosiego libidinoso de centenares de sueños, ¡fragua ignominiosa de besos! –Shh. Calla. Siente cada soborno doblegado en silencio. Shh-.

Tus manos siguen siendo sensaciones que envías en conjunto con el viento para mi. Tus labios permanecen perennes, fecundando flagelos sobre cada poro… sobre cada centímetro disfrazado del alba que sonroja mis mejillas, entre la abstinencia de gélidos momentos. Otórgame uno de los tantos despojos del Hades con que sueñas y aquel al que recurres mientras de mi calor te alejas. Permíteme acariciarte, para así rociar sobre tus sentidos, mi esencia.

Te siento, ¿acaso buscas mi cuerpo sobre aquellas exánimes teclas? Traslucidas capas rodean estos carmesíes con que te arrullo en la instancia perfecta; tierna, desprotegida… hermosa, así te contemplo en el sollozo del tiempo, mientras desembocas tu quietud entre mis brazos, buscando la calidez de mi voluntad… en las palabras que ante ti, probablemente ya no estarán, ¿aún puedes verlas? Trascendentales fueron hasta la instancia en la que extirpaste entre tus decisiones el lienzo sobre el que dibujo la verdad abstracta con que visto al plectro que te aclama.

Desatino al verte y no poder poseerte. Ahogo mis anhelos en el vacio que sofoca nuestras voces desde aquel lugar en que yace perdido, el olvido. Observo tus labios, mientras en un beso trasmuto la desgajadora impaciencia, estrujándola en esta confesión impávida pero veraz; este momento profético me transporta a la quimera en que te alojas, acaricio tus pómulos enriqueciéndome con su simpatía; palpo tu piel delicadamente, para no ofuscar su tenue belleza, alcanzo tus labios, estos entreabiertos empañan mi sed con su aliento, ¿es esto un beso?

Delgados hilares de tela ornamentan tu cuerpo. Tierna, desprotegida… hermosa; así te contemplo entre el frio cortante de mis brazos, grabando y rasgando mi tez con el aroma que impregna de ti la esquizofrenia de mis entrañas; plenamente, en calma.
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Solo unas endebles lineas; me siento, de nuevo, sin fuerza. Espero no sean del todo inhospitas estas palabras. Ya no soy la misma de hace unos meses... aun asi, aqui les dejo la simplicidad que hace de estas letras algo casi exangue.

3 comentarios:

Stratoleo dijo...

Adri =) me gusto mucho este te quiero mucho mi gocha jejeje =) sigue escribiendo =) tal vez algun dia escribas algo para mi=)

Zinname dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Zinname dijo...

Hermosos sentimientos y sentires
que a la distancia se puede amaros y palparos su dulce ilucion echa pasion.

Tu fans ... George

Pd:"...perdidos mios; mil gracias por escodernos en aquellas frases
llenas de manias cautivadoras y ..."